24 de febrero de 2022 – TO - JUEVES DE LA VII SEMANA
Si tu mano es
ocasión de pecado, córtala
Lectura
de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6
Ustedes,
los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque
sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla.
Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra
ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas,
ahora que es el tiempo final!
Sepan
que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está
clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del
universo. Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han
cebado a sí mismos para el día de la matanza. Han condenado y han matado al
justo, sin que él les opusiera resistencia.
Palabra
de Dios.
SALMO
Sal 48, 14-15b. 15c-16. 17-18. 19-20 (R.: Mt 5, 3)
R.
Felices los que tienen alma de pobres,
porque a ellos les pertenece el
Reino de los Cielos.
Este
es el destino de los que tienen riquezas,
y
el final de la gente insaciable.
Serán
puestos como ovejas en el Abismo,
la
Muerte será su pastor. R.
Bajarán
derecho a la tumba,
su
figura se desvanecerá
y
el Abismo será su mansión.
Pero
Dios rescatará mi vida,
me
sacará de las garras del Abismo. R.
No
te preocupes cuando un hombre se enriquece
o
aumenta el esplendor de su casa:
cuando
muera, no podrá llevarse nada,
su
esplendor no bajará con él. R.
Aunque
en vida se congratulaba, diciendo:
«Te
alabarán porque lo pasas bien»,
igual
irá a reunirse con sus antepasados,
con
esos que nunca verán la luz. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 9, 41-50
Jesús
dijo a sus discípulos:
«Les
aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua
por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si
alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible
para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si
tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la
Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. Y si
tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado
en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena. Y si tu ojo es para
ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en
el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el
gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque
cada uno será salado por el fuego. La sal es una cosa excelente, pero si se
vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar?
Que
haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros.»
Palabra
del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Ayer
Santiago advertía a los ricos para que no tuvieran excesivo apego por los
planes futuros. En esta página de acentos proféticos denuncia con energía los
abusos en la vida social y económica. Sigue atacando muy duramente por el modo
injusto de acumular riquezas. Compara a los ricos con los cerdos, a quienes se
engorda para luego matarlos.
Los
ricos inculpados aquí, no son los que han aumentado sus bienes lenta y
justamente con su trabajo, sino los que han sido verdaderamente explotadores,
que han robado el jornal del obrero y del segador y se han enriquecido a costa
de los pobres.
Tienen
la riqueza corrompida y los gritos de los pobres llegan hasta el cielo y serán
las pruebas básicas el día del juicio.
Hay
demasiadas diferencias, demasiadas desigualdades entre los innumerables pobres
que no tienen lo suficiente y los que amontonan y malgastan. La invitación que
hace Santiago, a llorar y lamentarse por las desgracias que están para caer
sobre ellos, tiene una razón de características religiosas: “estamos en los
últimos tiempos”… El Reino de Dios ha llegado… ha comenzado el fin de los
tiempos.
***
El
evangelio de hoy nos recuerda una serie de rasgos que deberían presentar los
que quieren seguir al Maestro de Nazaret. Jesús invita a una actitud resuelta,
incluso radical. Llama la atención la firmeza de sus palabras y su juicio
determinante. Como en otros casos, las palabras son fuertes a fin de indicar la
gravedad de la situación.
Estamos
ante expresiones que han de ser comprendidas en su significado y no aceptadas
en su sentido literal, porque llevarían a constatar una incoherencia con el
resto del mensaje de Jesús.
Las
imágenes que usa Jesús son fuertes: hay que extirpar todo lo que en uno mismo
se oponga a vivir el mensaje de salvación y cause daño a los que quieren ser
fieles a él. Sólo una decisión fuerte lleva a la vida, la opción contraria
lleva a la muerte. La imagen de la vida, está en paralelo con la del reino de
Dios. La propuesta invita a asegurar la plenitud de vida tanto en el mundo presente
como en el futuro. Hay que hacer opciones, por dolorosas que sean, pues son
opciones entre el éxito y el fracaso de la existencia: toda tarea,
comportamiento o anhelo que esté viciado por el egoísmo o la ambición de poder
hay que suprimirla, porque pone en peligro la fidelidad al mensaje e impide
nuestro crecimiento.
La
petición de Jesús trae de la mano la actitud de conversión y ésta “compromete”
toda la vida.
La
conversión tiene que ver con todo el hombre y no con una de sus partes. La
maldad viene del interior del hombre y no del exterior (cf. 7, 20-23).
Las
palabras fuertes en los pasajes de hoy, nos hablan de mensajes fuertes y
arriesgados, sin apelación, destinados a concientizar a las personas y enfrentarlas
sin posiciones lavadas ante la presencia trágica del mal.
Nosotros
también, sin darnos cuenta, muchas veces nos encontramos rodando en una
complaciente connivencia con el mal, cubierta de un lustre de espiritualismo,
necesidades sociales o jurídicas: “¿qué tiene de malo?”, “lo hacen todos”. Es
cuestión de convertir el corazón y desde la vida de la gracia darle a nuestro
cuerpo y nuestra alma la unidad que necesitan.
PARA DISCERNIR
¿Qué
parte de mí arrancaría con fuerza?
¿Con
qué lugar de mi corazón está conectado lo que arrancaría?
¿Cuáles
son los caminos positivos para revertir la situación, sin bisturí, ni navaja,
ni hacha?
¿Qué
situaciones avalo con el refugio de “todos los hacen”?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
“No escandalicemos
a los pequeños que tienen fe”
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Los
caminos para entrar en la vida eterna
…
“¿Queréis que os indique los caminos de la conversión? Son numerosos, variados
y diferentes, pero todos conducen al cielo. El primer camino de la conversión
es aborrecer nuestros pecados. “Empieza tú a confesar tus pecados para ser
justo.” (Is 43,26) Esto porque dice el profeta: “Me dije: -confesaré al Señor
mis culpas- Y tú perdonaste mi falta y mi pecado.” (Sal 31,5) Condena tú mismo
las faltas que has cometido y esto bastará para que el Maestro te escuche. El
que condena sus pecados irá con más cuidado para no recaer en ellos…
Hay
un segundo camino que no es inferior al primero y es: no guardar rencor a
nuestros enemigos, dominar nuestra cólera para perdonar las ofensas que nos
infligen nuestros compañeros de servicio, porque así obtendremos el perdón de
las ofensas contra el Maestro. Es la segunda manera de obtener la purificación
de nuestras faltas. “Si perdonáis a vuestros deudores, dice el Señor, mi Padre
que está en el cielo perdonará también vuestras faltas.” (Mt 6,14)
¿Quieres
conocer el tercer camino de la conversión? ES la oración ferviente y atenta
desde el fondo del corazón… El cuarto camino es la limosna. Tiene un poder
considerable e indecible… Luego, la modestia y la humildad no son medios
menores para destruir el pecado desde la raíz. Tenemos como testimonio de ello
el publicano que no podía proclamar sus buenas acciones sino que en su lugar
ofreció su humildad y depositó ante el Señor el pesado fardo de sus faltas. (Lc
18,9ss)
Acabamos
de indicar cinco caminos hacia la conversión… ¡No te quedes inactivo sino que
cada día avanza por estos caminos! Son fáciles, y a pesar de tus miserias
puedes ir por ellos” …
Juan Crisóstomo
obispo de Antioquia y Constantinopla, doctor de la Iglesia
Sermón sobre el demonio tentador; PG 49, 263-264
PARA REZAR
La
alegría de los limpios de corazón
Felices
los que tienen
un
corazón puro,
porque
verán a Dios.
¡Feliz
de ti!
Si
tienes un corazón limpio,
libre
de maldades y malicias,
libre
de dobleces y falsedades,
libre
de orgullo y autosuficiencia,
libre
de odios y rencores.
Feliz
de ti
si
tienes un corazón limpio,
libre
de cegueras y caprichos,
de
egoísmos y resentimientos,
abierto
a la verdad y el amor,
para
buscarlos apasionadamente.
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