29 de septiembre de 2021 – TO - MIÉRCOLES DE LA XXVI SEMANA
29 de septiembre – Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y
Rafael (F)
Los ángeles de
Dios suben y bajan sobre el Hijo del Hombre
Lectura
de la profecía de Daniel 7, 9-10. 13-14
Yo
estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su
vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana
pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego
brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de
miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos
unos libros.
Yo
estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del
cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar
hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos
los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará,
y su reino no será destruido.
Palabra
de Dios.
O bien:
Lectura
del libro del Apocalipsis 12, 7-12a
Se
libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el
Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados
del cielo.
Y
así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o
Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos
sus ángeles.
Y
escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el
poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido
precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba
delante de nuestro Dios.
Ellos
mismos lo han vencido, gracias a la sangre del Cordero y al testimonio que
dieron de él, porque despreciaron su vida hasta la muerte. ¡Que se alegren
entonces el cielo y sus habitantes!»
Palabra
de Dios.
SALMO Sal
137, 1-2a. 2b-3. 4-5 (R: 1c)
R. Te
cantaré en presencia de los ángeles, Señor.
Te
doy gracias, Señor, de todo corazón,
te
cantaré en presencia de los ángeles.
Me
postraré ante tu santo Templo. R.
Daré
gracias a tu Nombre
por
tu amor y tu fidelidad,
porque
tu promesa ha superado tu renombre.
Me
respondiste cada vez que te invoqué
y
aumentaste la fuerza de mi alma. R.
Que
los reyes de la tierra te bendigan
al
oír las palabras de tu boca,
y
canten los designios del Señor,
porque
la gloria del Señor es grande. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51
Al
ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre
sin doblez.»
«¿De
dónde me conoces?», le preguntó Natanael.
Jesús
le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de
la higuera.»
Natanael
le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús
continuó: «Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más
grandes todavía.»
Y
agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir
y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra
del Señor.
PARA REFLEXIONAR
La
vida no es solamente aquello que podemos ver y tocar. Hay una dimensión
trascendente, oculta e invisible de la historia. La revelación es Dios que sale
de su ocultamiento y se manifiesta. Esta revelación es el fundamento de nuestra
fe y de nuestra esperanza. Los ángeles son los que nos recuerdan y los que nos
hacen visible esa dimensión trascendente. El mundo de los ángeles no es otro
mundo, sino la dimensión trascendente de nuestra historia.
En
el evangelio de Juan se nos dice que los cielos están abiertos y los ángeles
suben y bajan sobre Jesús. Este texto nos recuerda el episodio del sueño de
Jacob, quien dormido sobre una piedra durante su viaje a la tierra de su
familia, ve a los ángeles que “bajan y suben” por una misteriosa escalera que
une el cielo y la tierra, mientras Dios mismo está de pie junto a él y le
comunica su mensaje. Esto nos habla de la relación entre la comunicación divina
y la presencia activa de los ángeles. Creer en los ángeles es creer en la
presencia trascendente de Dios en la historia.
Detrás
de cada persona y de cada suceso salvador hay siempre un ángel, es decir, hay
siempre una realidad divina trascendente. Lo contrario es el misterio de la
iniquidad, que se halla detrás de las personas y estructuras que deshumanizan
al hombre y lo alejan de la verdad de Dios para su vida. La lucha de los
ángeles contra los demonios es la representación simbólica de la lucha
trascendente entre el bien y el mal.
La
Biblia es muy cuidadosa en presentar a Dios actuando en forma directa en la
historia, ahí es donde aparecen los ángeles; es Dios mismo que por ellos actúa.
Así, Gabriel, Miguel y Rafael, aparecen en la Biblia presentes en las
vicisitudes terrenas, y llevando a los hombres al encuentro con el poder de
Dios, mediante su presencia y sus mismas acciones que cambian decisivamente la
vida. El nombre, “arcángeles”, es decir, príncipes de los ángeles, manifiesta
que son enviados para las más grandes misiones.
El
arcángel Miguel, cuyo nombre significa “quién como Dios”, aparece en el
Apocalipsis en una guerra frontal con Satanás, el cual es derrotado y arrojado
a la tierra. Miguel aquí representa a los mártires, que han derrotado a
Satanás, gracias a la sangre del Cordero y al testimonio que dieron. Gabriel y
Rafael, son otras representaciones históricas de Dios. Gabriel significa
“fuerza de Dios” y Rafael “medicina de Dios”.
PARA DISCERNIR
¿Nos
hemos quedado con una imagen infantil o supersticiosa de la acción de los
ángeles?
¿Descubrimos
la dimensión trascendente de la historia o nuestra fe está atada a las
realidades que podemos comprobar?
¿Tratamos
de descubrir la dimensión trascendente de los acontecimientos?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Te
doy gracias Señor, por tu amor y tu fidelidad
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Bendecid
al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos»
…
“Que hay ángeles lo atestan muchas páginas de la Escritura… Pero hay que saber
que el nombre de «ángel» designa la función, no el ser del que lo lleva; su
oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se
llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman
arcángeles. Por esto, a la Virgen María no le fue enviado un ángel cualquiera,
sino el arcángel Gabriel, ya que un mensaje de tal trascendencia requería que
fuese transmitido por un ángel de la máxima categoría…
Por
esto, cuando se trata de alguna misión que requiere un poder especial, es
enviado Miguel, dando a entender por su actuación y por su nombre que
significa: «¿Quién como Dios?» que nadie puede hacer lo que sólo Dios puede
hacer. De ahí que el antiguo enemigo, que por su soberbia pretendió igualarse a
Dios, diciendo: «Escalaré los cielos, por encima de los astros divinos
levantaré mi trono, me igualaré al Altísimo» (Is 14,13) en Apocalipsis nos es
mostrado luchando contra el arcángel Miguel y que al final de los tiempos será
desposeído de su poder y destinado al extremo suplicio: «Se trabó una batalla:
Miguel y sus ángeles lucharán contra el Dragón, Y también el Dragón combatía
con sus ángeles, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para
ellos.» (Ap 12,7-8).
A
la Virgen María le fue enviado Gabriel, cuyo nombre significa «Fortaleza de
Dios», porque venía a anunciar a aquel que, a pesar de su apariencia humilde,
había de reducir a los Principados y Potestades. Era, pues, natural que aquel
que es la fortaleza de Dios anunciara la venida del que es «el Señor de los
ejércitos y héroe en las batallas» (Sl 23,8). En cuanto a Rafael, su nombre
significa «Medicina de Dios». Este nombre le viene del hecho de haber curado a
Tobías, cuando, tocándole los ojos con sus manos, lo libró de las tinieblas de
la ceguera. Si, pues, ha sido enviado a curar, con razón es llamado «Medicina
de Dios»” …
San Gregorio
Magno (hacia 540-604), papa y doctor de la Iglesia
Homilías sobre
el Evangelio, 34, 8-9
PARA REZAR
A
SAN MIGUEL ARCÁNGEL – PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DEL CIELO
Glorioso
San Miguel Arcángel, custodio y defensor de las almas, cuida a la Iglesia.
Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos
con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que,
mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del
Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente
en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder, cuando salgamos
de este mundo seamos presentados por tí, libres de toda culpa, ante el Dios de
toda misericordia.
Amén.
A
SAN GABRIEL
Dios
Señor nuestro, imploramos tu clemencia para que habiendo conocido tu
Encarnación por el anuncio del arcángel San Gabriel, con el auxilio suyo
consigamos también sus beneficios. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
A
SAN RAFAEL
Arcángel
San Rafael, que dijiste: «Bendigan a Dios todos los días y proclamen sus
beneficios. Practiquen el bien y no tropiecen en el mal. Buena es la oración con
ayuno, y hacer limosna mejor que atesorar oro», te suplico me acompañes en
todos mis caminos y me alcances gracias para seguir tus consejos.
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