13 de mayo de 2021 – PASCUA – JUEVES DE LA VI SEMANA
Pero esa tristeza se convertirá en gozo
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles 18, 1-8
Pablo dejó Atenas y fue a Corinto. Allí
encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar
de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a
todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, y como ejercía el mismo
oficio, se alojó en su casa y trabajaba con ellos haciendo tiendas de campaña.
Todos los sábados, Pablo discutía en la sinagoga y trataba de persuadir tanto a
los judíos como a los paganos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de
Macedonia, Pablo se dedicó por entero a la predicación de la Palabra, dando
testimonio a los judíos de que Jesús es el Mesías. Pero como ellos lo
contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo:
«Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en
adelante me dedicaré a los paganos.»
Entonces, alejándose de allí, fue a lo
de un tal Ticio Justo, uno de los que adoraban a Dios y cuya casa lindaba con
la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. También muchos habitantes de Corinto, que habían escuchado a Pablo,
abrazaron la fe y se hicieron bautizar.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 97, 1.
2-3ab. 3bc-4 (R.: cf. 2b)
R. El Señor reveló su victoria a los ojos de las
naciones.
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las
naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han
contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 16, 16-20
Jesús dijo a sus discípulos:
«Dentro de poco, ya no me verán, y poco
después, me volverán a ver.» Entonces algunos de sus discípulos comentaban
entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: “Dentro de poco ya no me verán, y
poco después, me volverán a ver”? ¿Y qué significa: “Yo me voy al Padre”?»
Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir.»
Jesús se dio cuenta de que deseaban
interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis
palabras: “Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”.
Les aseguro que ustedes van a llorar y
se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes,
pero esa tristeza se convertirá en gozo.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Corinto, capital de la provincia de Acaya, era una ciudad de ambiente
romano, activa en su comercio y de mala fama por sus costumbres. Aquí va a
estar Pablo un año y medio fundando una comunidad cristiana a la que luego
escribirá dos cartas.
Desde Atenas, Pablo pasa a Corinto, sin acompañantes. El pasaje de los
hechos nos da detalles del estilo evangelizador de Pablo. Permanece en la
ciudad y trabaja para mantenerse colaborando con Áquila y Prisca, un matrimonio
que acaba de ser expulsado de Roma y que son fabricantes de lonas. Lo hará
hasta que lleguen Silas y Timoteo, que le permiten dedicarse de lleno a la
predicación,
Comienza los sábados a ir a la sinagoga a predicar a Jesús como el
Mesías esperado, pero los judíos no le aceptan, lo que provoca la ruptura de
Pablo. Ellos serán responsables de no haber sabido reconocer al Mesías enviado
por Dios. Se dedica entonces a predicar a los paganos, que en buen número se
convierten.
Pablo cosecha éxitos y fracasos a la vez. Los judíos lo rechazan, salvo
el jefe de la sinagoga llamado Crispo. Los paganos que van convirtiéndose
formarán el primer núcleo de la comunidad.
En medio de lo apremiante de su acción evangelizadora Pablo da ejemplo
de paciencia quedándose largo tiempo, y de desinterés económico prefiriendo
trabajar para no ser una carga para nadie.
***
Después de compartir juntos tantos momentos, los discípulos experimentan
la partida de Jesús como algo negativo. Esta situación les causa desconcierto y
dolor. El mismo Jesús se anticipa, y trata de sanar en ellos las heridas que la
experiencia de angustia y desconsuelo grabará en sus corazones el viernes
santo.
El Señor es realista y no quiere crear falsas expectativas ni engañar a
sus discípulos. Se cumplirá lo anunciado por los profetas. Sabe que el momento
que se acerca es doloroso y lo anuncia con pocas y sencillas palabras. La
claridad del maestro es el primer paso en su pedagogía contra el escándalo que
su pasión provocará en los discípulos.
Pero no se queda en el dato objetivo de lo que habrá de suceder sino que
trata de explicar a los suyos lo que sucederá, de tal modo que puedan descubrir
los signos de los tiempos; la realización del plan salvador de Dios.
Jesús no sale de este mundo hacia la nada, hacia el absurdo de la muerte
sin fondo. Va hacia el Padre, hacia la plenitud de la vida. La muerte no será
la última palabra: Dios, una vez más, va a escribir derecho en líneas torcidas
que conducen aparentemente al fracaso. Jesús seguirá estando presente de un
modo más misterioso, en medio de los suyos. El grupo de discípulos no puede
entender que el camino de Jesús pase por la cruz.
Jesús les anuncia que la tristeza se convertirá en alegría, y así como
serán partícipes del poder del pecado y de la muerte, podrán proclamar la
fuerza incontenible del amor que se manifestará en la resurrección.
Esto es algo que no resulta fácil de entender en un primer momento, pero
que luego se vuelve una constante y un camino de espiritualidad salvadora para
el creyente: por encima de la más espesa noche, se prepara el nacimiento del
nuevo día, el grano de trigo tiene que caer en tierra y morir para dar fruto,
es necesario pasar por la muerte para alcanzar la resurrección.
También a nosotros nos resulta cuesta arriba entender por qué el camino
de la Vida tiene que pasar por la muerte, o la renuncia, o el dolor. Nos
gustaría una Pascua de resurrección sin el paso por el Viernes Santo.
El mundo propone una vida sin Dios, que trata de negar el dolor, el
sufrimiento y esconder hasta la misma muerte. Jesús cargando en su carne el
dolor, no renunciando ni yendo por la salida fácil, le ha quitado todo poder a
la muerte, y la resurrección ha transformado definitivamente la realidad del
universo para todo el que cree.
La muerte de Jesús no lo ha alejado de nuestra vida. Una vez cumplida su
misión, el enviado del Padre volverá para habitar en nuestro propio interior,
identificándose con nosotros, para que podamos identificarnos con Él de tal
forma, que el mundo lo siga contemplando desde su Iglesia, la cual tiene que
continuar en el mundo por la fuerza del Espíritu Santo su obra de salvación.
PARA DISCERNIR
·
¿Cuáles son mis esperanzas?
·
¿Cuáles mis anhelos más
profundos?
·
¿De qué manera la espera de lo
que va a venir ilumina mi hoy?
·
¿De qué manera mi hoy alimenta mi
esperanza?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Nuestra tristeza se convertirá en gozo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…La alegría es esencial en la vida
espiritual. Si pensamos o decimos cualquier cosa de Dios y no lo hacemos con
alegría, nuestros pensamientos y nuestras acciones serán estériles. Podemos ser
infelices por muchas causas, pero podemos encontrar aún alegría, porque ésta
procede de saber que Dios nos ama. Estamos inclinados a pensar que cuando
estamos tristes no podemos estar contentos, pero en la vida de una persona que
pone a Dios en el centro pueden coexistir el dolor y la alegría. No resulta
fácil de comprender, pero cuando pensamos en alguna de nuestras experiencias
más profundas, como asistir al nacimiento de un niño o a la muerte de un amigo,
con frecuencia forman parte de la misma experiencia un gran dolor y una gran
alegría, y descubrimos a menudo la alegría en medio del dolor.
Recuerdo los momentos más dolorosos de
mi vida como momentos en los que he llegado a ser consciente de una realidad
espiritual mucho más grande que yo, y que me permitía vivir mi dolor con
esperanza. Incluso me atrevo a decir: «Mi dolor fue el lugar en el que encontré
mi alegría». La alegría no es cualquier cosa que simplemente nos sucede.
Debemos elegir la alegría y seguir eligiéndola cada día. Se trata de una elección
basada en el conocimiento de que pertenecemos a Dios y hemos encontrado en Dios
nuestro refugio y nuestra salvación, y que nada, ni siquiera la muerte, nos lo
puede arrebatar…
H. J. M. Nouwen, Vivir en el Espíritu,
Brescia 19984, pp. 17s.
PARA REZAR
Salmo de alegría y esperanza
Con un corazón limpio y
sincero queremos darte gracias.
Tu Palabra es sincera y llena el
corazón de alegría;
tus obras son grandiosas,
y están iluminadas de verdad;
Tú amas, Dios nuestro, la justicia;
toda la tierra está rociada
con la lluvia de tu bondad.
Dios, nos sentimos pequeños,
como granitos de arena, ante ti;
Tú tienes palabras de vida que no
pasan;
palabras que se hacen acción;
solamente Tú, Señor, tienes poder
para hacer lo que dices.
Tú contemplas nuestro suelo
desde la altura de tus cielos;
tu corazón de Padre ama,
uno a uno, a todos los hombres;
desde tu casa te alegra el bien del
hombre
y su progreso; desde tu casa te
entristece
el mal del hombre y su retroceso.
Tus ojos llenos de amor y ternura
cuidan de la obra de tus manos,
todos los que esperamos en el triunfo
de tu amor,
tendremos respuesta; porque Tú,
Oh Dios, has liberado nuestra alma de
la muerte
entregando en la cruz al Hijo amado,
al Enviado: El nos ha dado vida nueva
y en El te decimos: Abba, Padre.
Emilio Mazariegos
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