13 de octubre de 2020 – TO – MARTES DE LA XXVIII SEMANA
Den como
limosna lo que tienen y todo será puro
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo
a
los cristianos de Galacia 5, 1-6
Hermanos:
Esta
es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo
bajo el yugo de la esclavitud. Yo mismo, Pablo, les digo: si ustedes se hacen
circuncidar, Cristo no les servirá de nada. Les vuelvo a insistir: todos los
que se circuncidan, están obligados a observar íntegramente la Ley. Si ustedes
buscan la justicia por medio de la Ley, han roto con Cristo y quedan fuera del
dominio de la gracia.
Porque
a nosotros el Espíritu, nos hace esperar por la fe los bienes de la justicia.
En efecto, en Cristo Jesús, ya no cuenta la circuncisión ni la incircuncisión,
sino la fe que obra por medio del amor.
Palabra
de Dios.
SALMO Sal
118, 41. 43. 44. 45. 47. 48 (R.: 41a)
R. Que
llegue hasta mí tu misericordia, Señor.
Que
llegue hasta mí tu misericordia, Señor,
y
tu salvación conforme a tu promesa. R.
No
quites de mi boca la palabra verdadera,
porque
puse mi esperanza en tus juicios. R.
Yo
cumpliré fielmente tu ley:
lo
haré siempre, eternamente. R.
Y
caminaré por un camino espacioso,
porque
busco tus preceptos. R.
Me
deleitaré en tus mandamientos,
que
yo amo tanto. R.
Elevaré
mis manos hacia tus mandamientos
y
meditaré en tus preceptos. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Cuando
terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se
sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero
el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa
y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El
que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como
limosna lo que tienen y todo será puro.»
Palabra
del Señor.
Para reflexionar
Los
judaizantes incitaban a los cristianos a volver la práctica de la circuncisión
que en la ley de Moisés era obligatoria. Esto era como un símbolo de la vuelta
a lo antiguo. Volver a dar importancia a esta norma, que los cristianos
prácticamente habían dejado aparte, era el signo de que también se estaba
queriendo volver a toda la ley antigua.
Para
Pablo, vivir con la libertad de los hijos de Dios, es dejarse mover por el
Espíritu de Cristo, y no por un legalismo exagerado, que se fiaba más de los
méritos que de la gracia de Dios y, que el mismo Jesús ya había criticado en
los fariseos.
Ahora
es de capital importancia para la identidad del cristiano poner la confianza,
no en la observancia de las leyes, sino en la fe en Cristo, en la práctica del
amor y en la esperanza de su Espíritu. La salvación no se halla en la fiel
observancia de los mandamientos, sino en el amor gratuito y salvador de Dios.
Dios
no salva al hombre por sus méritos, sino por puro amor al cual nos adherimos
por la fe, la esperanza y la caridad. En Cristo, ni la circuncisión, ni la
incircuncisión tienen valor: lo que cuenta es la fe que actúa por la caridad.
***
Continúa
el viaje de Jesús, camino de Jerusalén. Lucas sitúa en este contexto una serie
de recomendaciones y episodios. Durante tres días escucharemos sus duras
invectivas contra los fariseos. La preocupación farisea por la pureza legal,
dividía a la humanidad en “puros” e “impuros”, en judíos y no-judíos,
desfigurando el verdadero Rostro de Dios.
Jesús
confronta al fariseo y a los presentes y los llama a revisar su actitud de
vida. Muchos de ellos empleaban la pureza ritual para encubrir los robos, las
injusticias y las malas intenciones que cometían diariamente. El pueblo acudía
a ellos buscando un juicio justo, la defensa de sus derechos, pero a ellos sólo
les interesaba sacar beneficio económico de su servicio.
Jesús
denuncia, especialmente en los fariseos, una concepción de la vida que apaga la
Palabra y le impide alcanzar a los hombres. Jesús cuestiona estas prácticas y
muestra cómo son continuadores de una mala tradición que no reconoce el valor
del ser humano. La ley por la ley esclaviza, mata, aleja cada vez más la
probabilidad de la acción de Dios en nuestros corazones. Lo que verdaderamente
mancha, es la maldad interior, que convierte al hombre y a la mujer en injustos
respecto de los otros.
La
práctica cristiana consiste en el mandamiento del amor. El amor es el que hace
el corazón puro, no las prácticas rituales vacías de contenido. La pureza
interior es el resultado del amor a los demás.
Aparece
una nueva ley, que no es una ley preceptual que achica la vida y la somete,
sino la novedad de la verdadera la libertad. Jesús habla de la limosna,
considerada por los judíos como una de las obras más excelentes, pero insiste,
en la necesidad de un cambio interior y sincero, que sin descuidar las normas
de vida comunitaria o cultural, supere el cumplimiento del dar dinero en
atención a la prescripción legal, y permita la realización de una sociedad más
justa y equilibrada. No alcanza que entreguemos ofrendas en el templo o alguna
limosna, si no sentimos en carne propia, el dolor del que sufre la miseria, y
descuidamos la práctica de la misericordia y del amor solidario.
Para discernir
¿Qué
concepto tengo de pureza?
¿Qué
relación encuentro entre pureza y caridad?
¿Qué
lugar ocupa la limosna en mi camino de fe?
Repitamos a lo largo de este día
Tu
Palabra Señor es mi alegría
Para la lectura espiritual
«El
que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?»
…
“«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato». Como veis,
nuestros cuerpos son llamados aquí con los nombres de objetos de tierra y
frágiles, que una simple caída puede romper. Y los íntimos sentimientos del
alma son llamados por expresiones y gestos del cuerpo, tal como lo que encierra
el interior de una copa se deja ver por fuera. .. Ved, pues, que no es el
exterior de una copa o de un plato lo que nos ensucia el interior.
Como
buen maestro, Jesús os ha enseñado cómo limpiar las manchas de nuestro cuerpo,
diciendo: Más bien dad como limosna lo que tenéis y todo le demás será puro en
vosotros». ¡Veis bien cuántos remedios hay! La misericordia nos purifica. La
palabra de Dios también nos purifica, tal como está escrito: «Vosotros estáis
ya limpios gracias a la palabra que os he anunciado» (Jn 15,3)…
Es
el punto de partida de un buen pasaje: el Señor nos invita a buscar la
simplicidad y condena el estar ligado a lo que es superfluo y ramplón. Los
fariseos, a causa de su fragilidad, son comparados, y no sin razón, a la copa y
al plato: observan escrupulosamente puntos que no tienen ninguna utilidad para
nosotros, y olvidan aquello donde se encuentra el fruto de nuestra esperanza.
Cometen, pues, una gran falta, despreciando lo mejor. Y sin embargo, también a
esta falta se le ha prometido el perdón si viene detrás de la misericordia y la
limosna” …
San Ambrosio
(hacia 340-397),
obispo de Milán
y doctor de la Iglesia – Comentario
Para rezar
Oración
para la acción
Señor,
danos la sabiduría
que juzga desde arriba y ve a lo lejos
danos el Espíritu que omite
lo insignificante en favor de lo esencial.
Enséñanos a serenarnos
frente a la lucha y a los obstáculos
y a proseguir en la fe, sin agitación
el camino por tí trazado.
Danos una actividad serena
que abarque con una visión
unitaria, la totalidad.
Ayúdanos a aceptar la crítica
y la contradicción
Haz que sepamos evitar
el desorden y la dispersión.
Que amemos todas las cosas
juntamente contigo
Oh Dios, fuente de ser,
únenos a Ti y a todo lo que te converge
hacia la alegría y la eternidad
Amén.
Padre
Ignacio Larrañaga
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