9
de julio de 2019 – TO – MARTES DE LA XIV SEMANA
Los
trabajadores son pocos
Lectura
del libro del Génesis 32, 23-33
Aquella
noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus
once hijos, y cruzó el vado de Iaboc. Después que los hizo cruzar el torrente,
pasó también todas sus posesiones.
Entonces
se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Al ver que no
podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de
Jacob se dislocó mientras luchaban. Luego dijo: «Déjame partir, porque ya está
amaneciendo.» Pero Jacob replicó: «No te soltaré si antes no me bendices.»
El
otro le preguntó: «¿Cómo te llamas?»
«Jacob»,
respondió.
El
añadió: «En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido.»
Jacob
le rogó: «Por favor, dime tu nombre.» Pero él respondió: « ¿Cómo te atreves a
preguntar mi nombre?» Y allí mismo lo bendijo.
Jacob
llamó a aquel lugar con el nombre de Peniel, porque dijo: «He visto a Dios cara
a cara, y he salido con vida.»
Mientras
atravesaba Peniel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba rengueando del muslo.
Por eso los israelitas no comen hasta el presente el nervio ciático que está en
la articulación del fémur, porque Jacob fue tocado en la articulación del
fémur, en el nervio ciático.
Palabra
de Dios.
SALMO Sal
16, 1. 2-3d. 6-7. 8b y 15 (R.: 15a)
R. Yo,
por tu justicia, contemplaré tu rostro, Señor.
Escucha,
Señor, mi justa demanda,
atiende
a mi clamor;
presta
oído a mi plegaria,
porque
en mis labios no hay falsedad. R.
Tú
me harás justicia,
porque
tus ojos ven lo que es recto:
si
examinas mi corazón
y
me visitas por las noches,
si
me pruebas al fuego,
no
encontrarás malicia en mí. R.
Yo
te invoco, Dios mío, porque tú me respondes:
inclina
tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
Muestra
las maravillas de tu gracia,
tú
que salvas de los agresores
a
los que buscan refugio a tu derecha. R.
Escóndeme
a la sombra de tus alas,
Pero
yo, por tu justicia, contemplaré tu rostro,
y
al despertar, me saciaré de tu presencia. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 9, 32-38
En
cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a Jesús un mudo que estaba
endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud,
admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel.»
Pero
los fariseos decían: «El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los
demonios.»
Jesús
recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas,
proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y
dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y
abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces
dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son
pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la
cosecha.»
Palabra
del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Jacob
vuelve a su país después de un exilio de veinte años y se entera que su hermano
Esaú, a quien arrebató el derecho de la primogenitura y cuyo rencor no se ha
extinguido durante los veinte años de su exilio, lo espera con un ejército para
vengarse. Trata de asegurar todo lo que más quiere por eso se levantó, tomó a
sus dos mujeres con sus dos siervas y sus once hijos haciéndolos pasar por el
vado del torrente Yabboq.
Aquella
noche, al quedarse solo, alguien luchó con él hasta rayar la aurora, y al ver
que no lo podía vencer, le tocó en la articulación femoral y se dislocó el
fémur de Jacob, quedando cojo.
Jacob
no lo suelta hasta que logra que lo bendiga. El desconocido le cambia el nombre
por el de Israel, porque ha sido fuerte contra Dios y contra los hombres. Sin
saberlo, ha pelado contra Dios.
Jacob,
había recibido antes de su padre Isaac, una «bendición divina»; todo parecía
decirle que Dios lo abandonaba al tener que afrontar la venganza de su hermano
Esaú. Durante toda la noche combatió con Dios para arrancarle de nuevo su
bendición. Ha soportado la prueba de la fe y, aunque “herido”, ha salido
airoso. Quizá esta lucha nocturna es símbolo de la purificación interior del
patriarca. La bendición arrancada con engaños a Isaac, ahora se hace legítima y
Jacob se constituye de este modo como el hombre de la bendición.
***
Hoy
la curación de un endemoniado mudo provoca diferentes sentimientos y actitudes
en los que presencian el hecho. Los fariseos observantes de la ley, ante la
evidencia de un prodigio innegable, lo atribuyen a poderes diabólicos mientras
que la multitud se maravilla.
A
Jesús no le preocupa la animosidad de los fariseos, Él continúa fiel a su
misión. Es más importante el “bien por hacer”, que el “mal recibido” por celos
o envidia.
Recorre
aldeas y ciudades anunciando la buena noticia y sellando con signos eficaces su
palabra. Se da cuenta que la tarea es grande. El pueblo se halla perdido,
desorientado y desesperanzado. Los guías de Israel, en vez de cuidar y
apacentar el rebaño, lo que hacen es descarriarlo. Jesús se apiada de aquella
multitud cansada y abatida, como ovejas sin pastor y es consciente de la
necesidad de que otros contribuyan en la obra de la evangelización.
Si
nos hacemos evangélicamente permeables, al mirar a nuestro alrededor y
contemplar el espectáculo de la historia y del mundo, no podemos dejar de
sentir en nuestro corazón, los mismos sentimientos que Jesucristo.
La
violencia, el consumismo, el egoísmo y el sensacionalismo son realidades que
necesitan una palabra de valor y de sentido. Los jóvenes buscan una razón para
su existencia, un motivo para vivir. Si estamos atentos nos daremos cuenta que
sobran razones, hace falta quien ayude a descubrirlas. Jesús no sólo sintió
compasión, su amor se tornó eficaz.
Es
muy grande la desproporción que existe entre las multitudes que esperan una
Buena Noticia y la escasez de obreros. La solución nos la da Jesús al final del
Evangelio: rueguen al dueño de los sembrados que suscite hombres y mujeres que
le apuesten todo al servicio del Reino de la Vida que nos dejó Jesús.
PARA DISCERNIR
¿Me
siento llamado por la realidad a dar una respuesta?
¿Experimento
el llamado de Dios a hacer algo por el mundo?
¿Siento
la necesidad de comunicar la Buena Noticia?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Envíame
Señor, quiero anunciarte
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Rogad
al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies»
…”Hay
personas que por tener un porte exterior bien compuesto y el interior lleno de
grandes sentimientos de Dios, se detienen en eso…; se contentan con las dulces
conversaciones que tienen con Dios durante la oración… No nos engañemos: toda
nuestra tarea consiste en pasar a los actos. Y esto es de tal manera así que el
apóstol san Juan nos dice que tan sólo nuestras obras podrán servirnos para la
otra vida (Ap 14,13).
Reflexionemos
pues sobre ello tanto más cuanto que, en este tiempo hay muchos que parecen
virtuosos y, efectivamente, lo son, y sin embargo se inclinan hacia una vida
dulce y cómoda más que a una devoción trabajosa y sólida.
La
Iglesia es comparada a una gran mies que precisa obreros, pero obreros que trabajen.
No hay nada más conforme al Evangelio que acumular, por un lado, luces y
fuerzas para su alma en la oración, en la lectura y en la soledad, e ir
seguidamente a hacer participar a los hombres de este alimento espiritual. Es
hacer lo que nuestro Señor ha hecho y, después de él lo han hecho los
apóstoles; es unir el oficio de Marta al de María; es imitar la paloma que,
para alimentar a sus pequeñuelos, digiere la mitad de la comida que ha tomado y
después, con su pico, mete el resto en la boca de sus hijos. Esto es lo que
debemos hacer nosotros, así es como, con nuestras obras, hemos de dar a Dios,
testimonio de que le amamos. Toda nuestra tarea consiste en pasar a las
acciones”…
San Vicente de
Paul (1581-1660), fundador de comunidades religiosas Conversaciones espirituales
a los Misioneros
PARA REZAR
Señor
de la Vida, abre nuestro corazón a Tu Palabra.
Queremos anunciar Tu Reino y construirlo con nuestras vidas.
Queremos ser testigos de Tu amor y Tu proyecto para todos.
Ayúdanos a escuchar Tu Palabra, a leer y rezar con la Biblia,
a contemplar la vida y la historia para descubrir Tu propuesta
y caminar hacia Tí.
Tú Señor, que aprendiste de la mano de María,
la Virgen fiel, enséñanos a seguir su ejemplo.
Maestra de las cosas de Dios,
quien guardaba en su corazón lo que vivía,
y meditaba en el silencio lo que iba descubriendo.
María, mujer sencilla, que no entendía todo
pero se animó a decir Sí a todo.
Ella nos enseña que para vivir la fe hay que escuchar mucho,
hay que escuchar siempre…
Tú, Señor, que mostraste a los discípulos la necesidad
del encuentro con Dios, única compañía que acompaña todo,
muéstranos cómo seguir Tus pasos.
Ayúdanos a buscar momentos para el diálogo con el Padre.
Enséñanos a percibir el aliento del Espíritu
que sopla en nuestras vidas.
Guíanos al encuentro con la Palabra que espera en la Biblia
para descubrir nuevos caminos y revelar la presencia de Dios
en la vida y en la historia que vivimos.
Danos hambre y sed de Tu Palabra cimiento verdadero
donde asentar un proyecto de vida en la huella hacia el Reino.
Despierta en nosotros el gusto por la lectura cotidiana de la Biblia,
para aprender a escuchar, y discernir que estás cerca…
Que pasas a nuestro lado, que caminas en nuestra historia…
y nos llamas para ser tus testigos y anunciar que es posible
un mundo distinto, más fraterno, humano, justo y en paz.
Marcelo A. Murúa
Queremos anunciar Tu Reino y construirlo con nuestras vidas.
Queremos ser testigos de Tu amor y Tu proyecto para todos.
Ayúdanos a escuchar Tu Palabra, a leer y rezar con la Biblia,
a contemplar la vida y la historia para descubrir Tu propuesta
y caminar hacia Tí.
Tú Señor, que aprendiste de la mano de María,
la Virgen fiel, enséñanos a seguir su ejemplo.
Maestra de las cosas de Dios,
quien guardaba en su corazón lo que vivía,
y meditaba en el silencio lo que iba descubriendo.
María, mujer sencilla, que no entendía todo
pero se animó a decir Sí a todo.
Ella nos enseña que para vivir la fe hay que escuchar mucho,
hay que escuchar siempre…
Tú, Señor, que mostraste a los discípulos la necesidad
del encuentro con Dios, única compañía que acompaña todo,
muéstranos cómo seguir Tus pasos.
Ayúdanos a buscar momentos para el diálogo con el Padre.
Enséñanos a percibir el aliento del Espíritu
que sopla en nuestras vidas.
Guíanos al encuentro con la Palabra que espera en la Biblia
para descubrir nuevos caminos y revelar la presencia de Dios
en la vida y en la historia que vivimos.
Danos hambre y sed de Tu Palabra cimiento verdadero
donde asentar un proyecto de vida en la huella hacia el Reino.
Despierta en nosotros el gusto por la lectura cotidiana de la Biblia,
para aprender a escuchar, y discernir que estás cerca…
Que pasas a nuestro lado, que caminas en nuestra historia…
y nos llamas para ser tus testigos y anunciar que es posible
un mundo distinto, más fraterno, humano, justo y en paz.
Marcelo A. Murúa
9 DE
JULIO- NTRA. SRA. DE ITATI
La
imagen
La
imagen de la Virgen de Itatí es una talla en madera. Cuerpo de timbó y el
rostro de nogal, que mide un metro con veintiséis centímetros de altura. Tiene
sus manos juntas en posición de oración, viste un manto azul y túnica blanca, y
se considera realizada por una artista indígena de una de las tantas
reducciones que jalonaban el Alto Paraná.
Orígenes
de la devoción
Se
cree que la imagen de la Virgen de Itatí fue traída de la reducción de Ciudad
Real, provincia de Guayrá. Los franciscanos emigraron hacia el sur debido a los
constantes ataques de los indígenas, llevando consigo la imagen de la Virgen y
así llegaron a la región de Yaguarí, donde estaba la Reducción de otro
franciscano, fray Luis Gámez. En ese lugar levantaron un oratorio y colocaron a
la Virgen, pero un ataque de aborígenes hostiles destruyó el lugar, y la imagen
de la Virgen Inmaculada desapareció de allí.
Según
la tradición la imagen habría sido encontrada en el curso del alto Paraná, no
lejos del puerto de Santa Ana, por un grupo de indios. Estos vieron a la Virgen
Inmaculada sobre una piedra (Itatí en guaraní significa “punta de piedra”) rodeada
de una luz muy brillante y acompañada de una música sobrenatural. Fray Luis
Gámez ordenó el inmediato traslado de la figura a la reducción, pero la imagen
volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a su lugar cerca del río.
Los
religiosos comprendieron cuál era la voluntad de la Santa Madre, y se dispuso
el traslado del asentamiento a esos parajes. En 1615 (1580 según otras
versiones) el puerto de Santa Ana quedo abandonado, y fray Luis de Bolaños
funda la nueva reducción a la que da el nombre de “Pueblo de Indios de la Pura
y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí”. Con el tiempo, el lugar
comenzó a conocerse simplemente como Itatí, y fray Luis de Gamarra, párroco del
lugar, fue el primero en dar a conocer los milagros de la Virgen.
En
la Semana Santa de 1624 tiene lugar la primera transfiguración de la Virgen,
que duró varios días. Gamarra relata en un documento de la época: “… se produjo
un extraordinario cambio en su rostro, y estaba tan linda y hermosa que jamás
tal la había visto”. Las transfiguraciones se repitieron a lo largo de los
años, y en ocasiones también se oyó esa música sobrenatural de la que habían
hablado los indígenas que encontraron la imagen.
Los
milagros y las curaciones son incontables, pero quizás el más increíble y
espectacular haya ocurrido en 1748. En ese año hubo un gran malón que buscaba
destruir y saquear el poblado, pero cuando los indios llegaron a las puertas de
Itatí, se abrió ante ellos una ancha y profunda zanja que les impedía el paso.
Ante este hecho se retiraron despavoridos, y los habitantes del lugar
acudieron entonces a la capilla agradecer a su Patrona.
Oremos
Dios
todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles, reunidos en
oración con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen,
entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con
testimonio de palabra y vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
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