13
de abril de 2019 – T. de Cuaresma – SÁBADO DE LA V SEMANA
Si lo dejamos seguir así, todos creerán en El
Lectura
de la profecía de Ezequiel 37, 21-28
Así
habla el Señor:
Yo
voy a tomar a los israelitas de entre las naciones adonde habían ido; los
reuniré de todas partes y los llevaré a su propio suelo. Haré de ellos una sola
nación en la tierra, en las montañas de Israel, y todos tendrán un solo rey: ya
no formarán dos naciones ni estarán más divididos en dos reinos.
Ya
no volverán a contaminarse con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas
sus rebeldías. Los salvaré de sus pecados de apostasía y los purificaré: ellos
serán mi Pueblo y yo seré su Dios.
Mi
servidor David reinará sobre ellos y todos ellos tendrán un solo pastor.
Observarán mis leyes, cumplirán mis preceptos y los pondrán en práctica.
Habitarán en la tierra que di a mi servidor Jacob, donde habitaron sus padres.
Allí habitarán para siempre, ellos, sus hijos y sus nietos; y mi servidor David
será su príncipe eternamente.
Estableceré
para ellos una alianza de paz, que será para ellos una alianza eterna. Los
instalaré, los multiplicaré y pondré mi Santuario en medio de ellos para
siempre. Mi morada estará junto a ellos: yo seré su Dios y ellos serán mi
Pueblo. Y cuando mi Santuario esté en medio de ellos para siempre, las naciones
sabrán que yo soy el Señor, el que santifico a Israel.
Palabra
de Dios.
SALMO Jer
31, 10. 11-12ab. 13 (R.: cf. 10d)
R. El
Señor nos cuidará como un pastor a su rebaño.
¡Escuchen,
naciones, la palabra del Señor,
anúncienla
en las costas más lejanas!
Digan:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
y
lo cuidará como un pastor a su rebaño.» R.
Porque
el Señor ha rescatado a Jacob,
lo
redimió de una mano más fuerte que él.
Llegarán
gritando de alegría a la altura de Sión,
afluirán
hacia los bienes del Señor. R.
Entonces
la joven danzará alegremente,
los
jóvenes y los viejos se regocijarán;
yo
cambiaré su duelo en alegría,
los
alegraré y los consolaré de su aflicción. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 11, 45-57
Al
ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María
creyeron en él. Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que
Jesús había hecho.
Los
sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: « ¿Qué
hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así,
todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra
nación.»
Uno
de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: «Ustedes no
comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el
pueblo y no que perezca la nación entera?»
No
dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a
morir por la nación, y no solamente por la nación, sino también para congregar
en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.
A
partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús. Por eso él no se mostraba
más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto,
a una ciudad llamada Efraín, y allí permaneció con sus discípulos.
Como
se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a
Jerusalén para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el
Templo: «¿Qué les parece, vendrá a la fiesta o no?» Los sumos sacerdotes y los
fariseos habían dado orden de que si alguno conocía el lugar donde él se
encontraba, lo hiciera saber para detenerlo.
Palabra
del Señor.
Para reflexionar
La
división del pueblo elegido en los reinos de Israel y Judá a la muerte de
Salomón, acarrea secuelas de enemistades y de odios entre los dos pueblos
hermanos. La restauración no se podrá conseguir sin la reunificación del país.
La
simbología de lectura nos lleva a las promesas mesiánicas. Ezequiel toma dos
varas, una que lleva el nombre de Judá y la otra, el de José.
En
la mano de Ezequiel están las dos unidas, de forma que parecen una sola vara:
se significa así la unidad de los dos reinos.
Pero
los dos reinos están ahora en el exilio, por eso, como primer paso, es preciso
que todos los desterrados vuelvan a la patria común, gobernada por un solo rey
davídico, dado que la unidad de las doce tribus en un solo pueblo fue obra de
David.
Reunidos
ambos reinos comenzará la alianza nueva, “Yahvé será su Dios y ellos serán su
pueblo”. La alianza definitiva y eterna que se hará realidad en la persona de
Cristo. Esta es la meta del camino de la renovación y de la restauración.
***
Las
autoridades judías creen que es conveniente poner un freno a Jesús, para evitar
que la gente lo siga y se desestabilice el poder, llegando el sumo sacerdote, a
afirmar que Jesús tiene que morir por todos.
El
proyecto de Dios no se detiene. Dios actúa utilizando los instrumentos a veces
imperfectos, débiles y poco atractivos.
Lejos
de toda soberbia y vanagloria, así queda demostrado que la luz y la gracia
proceden de Dios y no tanto de las capacidades de los hombres.
La
sabiduría de Dios es desconcertante y tiene mil caminos para manifestarse. El
bien que Dios quiere hacer trasciende las intenciones de los instrumentos que
utiliza.
En
lo ruin de unas decisiones interesadas, en la bajeza de una traición, en el
dolor afrentoso de una cruz, manifestó la salvación. Porque donde abundó el
pecado abundó la gracia.
Para discernir
¿Ato
el proyecto de Dios a las manos de los hombres?
¿Limito
a Dios a mis palabras y a mis acciones?
¿Puedo
mirar más allá de los límites humanos y descubrir el proyecto de Dios?
¿Acepto
que Dios puede usar de mi imperfección para realizar su obra en el mundo?
Repitamos a lo largo de este día
Él
ha hecho de dos pueblos uno solo
Para la lectura espiritual
…Morimos solos.
Mientras la vida, desde el seno materno, siempre es comunión, tanto que un yo
humano aislado no puede ni nacer, ni subsistir, ni siquiera ser imaginado, la
muerte deja en suspenso la ley de la comunión. Los hombres pueden acompañar
hasta el extremo del umbral al moribundo, que puede sentirse acompañado, sobre
todo, por la comunidad de los creyentes que le acompañan en la fe en Cristo;
sin embargo, franqueará la estrecha puerta solo y aislado. La soledad explica
lo que es actualmente la muerte: consecuencia del pecado (Rom. 5,12); es inútil
tratar de buscar otra razón.
Cristo ha
asumido por los pecadores la muerte en su radicalidad extrema, con intensidad
dramática. Y tanto es así que no sólo fue manifiestamente abandonado por los
hombres, no sólo fue rechazado por pocos partidarios suyos, sino que puso
explícitamente en manos del Padre el vínculo de unión que le unía’ a él, el
Espíritu Santo, para experimentar hasta sus últimas consecuencias el total
abandono incluso por parte del Padre. Toda la riqueza del amor debe resumirse y
simplificarse en este punto de unión, para que, manando de ahí, se pueda tener
una fuente y una reserva eterna.
Por eso, no
existe en la tierra una comunión en la fe que no se derive de la extrema
soledad de la muerte en la cruz. El bautismo, que sumerge al cristiano en el agua,
lo separa, en la fuente imagen de la amenaza de muerte de toda comunicación,
para llevarlo a la verdadera fuente, origen de dicha comunicación. La misma fe,
en su origen, está necesariamente de cara al abandono que el mundo y Dios han
hecho al crucificado […J. El mismo amor cristiano al prójimo es el resultado
del sacrificio del hombre, así como Dios Padre se sirve para la redención de la
humanidad del sacrificio del Hijo abandonado…
H. U. von
Balthasar, Cordura owerosia II caso serio, Brescia 1974, ce., passim.
Para rezar
Salmo de alegría
y esperanza
Con un corazón
limpio y
sincero queremos
darte gracias
Tu Palabra es
sincera y llena el corazón de alegría;
tus obras son
grandiosas
y están
iluminadas de verdad;
tú amas, Dios
nuestro, la justicia toda la tierra está rociada
con la lluvia de
tu bondad.
Dios, nos
sentimos pequeños,
como granitos de
arena, ante ti;
Tú tienes
palabras de vida que no pasan;
palabras que se
hacen acción;
solamente tú,
Señor, tienes poder
para hacer lo
que dices.
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