21 de marzo
de 2018 – CUARESMA - Miércoles de la semana V
La verdad los hará libres
Lectura de la profecía de
Daniel 3, 1.4.5b-6.8.12.14-20. 24-25. 28
Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: « ¿Es verdad,
Sadrac, Mesac y Abed Negó, que ustedes no sirven a mis dioses y no adoran la
estatua de oro que yo erigí? ¿Están dispuestos ahora, apenas oigan el sonido de
la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda
clase de instrumentos, a postrarse y adorar la estatua que yo hice? Porque si
ustedes no la adoran, serán arrojados inmediatamente dentro de un horno de
fuego ardiente. ¿Y qué Dios podrá salvarlos de mi mano?»
Sadrac, Mesac y Abed Negó respondieron al rey
Nabucodonosor, diciendo: «No tenemos necesidad de darte una respuesta acerca de
este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego
ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten por sabido, rey,
que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que tú
has erigido.»
Nabucodonosor se llenó de furor y la expresión de
su rostro se alteró frente a Sadrac, Mesac y Abed Negó. El rey tomó la palabra
y ordenó activar el horno siete veces más de lo habitual. Luego ordenó a los
hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sadrac, Mesac y Abed Negó, para
arrojarlos en el horno de fuego ardiente.
El rey Nabucodonosor quedó estupefacto y se levantó
rápidamente. Y tomando la palabra, dijo a sus cortesanos: « ¿No eran tres los
hombres que fueron atados y arrojados dentro del fuego?»
Ellos le respondieron, diciendo: «Así es, rey.»
El replicó: «Sin embargo, yo veo cuatro hombres que
caminan libremente por el fuego sin sufrir ningún daño, y el aspecto del cuarto
se asemeja a un hijo de los dioses.»
Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: «Bendito sea
el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Negó, porque ha enviado a su Ángel y ha salvado
a sus servidores, que confiaron en él y, quebrantando la orden del rey,
entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a cualquier otro dios que no
fuera su Dios.»
Palabra de Dios.
SALMO Dn 3, 52a y cd. 53.
54-55. 56
R. ¡A ti, gloria y honor eternamente!
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres.
Bendito sea tu santo y glorioso Nombre.
Alabado y exaltado eternamente. R.
Bendito seas en el Templo de tu santa gloria.
Aclamado y glorificado eternamente
por encima de todo. R.
Bendito seas en el trono de tu reino.
Aclamado por encima de todo
y exaltado eternamente. R.
Bendito seas tú, que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines.
Alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
R.
Bendito seas en el firmamento del cielo.
Aclamado y glorificado eternamente
por encima de todo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 8,
31-42
Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en
él:
«Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán
verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará
libres.»
Ellos le respondieron: «Somos descendientes de
Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces:
“Ustedes serán libres”?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que todo el que
peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el
hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera,
ustedes serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham,
pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes.
Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes
hacen lo que han aprendido de su padre.»
Ellos le replicaron: «Nuestro padre es Abraham.»
Y Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de
Abraham obrarían como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les
dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran
como su padre.»
Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la
prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios.»
Jesús prosiguió: «Si Dios fuera su Padre, ustedes
me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo,
sino que él me envió.»
Palabra del Señor.
Para
reflexionar
En la primera lectura, el profeta nos narra cómo el
Señor envía un ángel a salvar a sus siervos. Los justos son aquellos que en
medio del fuego de las pruebas y persecuciones mantienen la fidelidad y la
confianza en Dios, que los hace libres. Los tres jóvenes son imagen del pueblo
fiel que persevera en la alabanza, a pesar de las dificultades.
El rey de Babilonia ha levantado un gran ídolo en
medio de la llanura y ha convocado a la muchedumbre; todos alineados, tendrán
que rendirle culto. Se impone la religión del Estado. Está prohibido pensar de
modo distinto que el rey y el que se niega a hacerlo es enviado al gran horno.
Los «tres jóvenes» de Daniel han elegido no someterse a nadie, sino sólo a
Dios.
Aquí se manifiesta la fe y la esperanza invencibles
de los que creen en Dios, ni el tormento del fuego es capaz de hacerlos
renegar. El Dios de Sidraj, Misaj y Abed-Nego es el Dios de Israel; por tanto,
los israelitas han de proceder de semejante manera. El fuego destinado a
devorar a los creyentes quema a los impíos que lo encienden, y los fieles son
capaces de caminar por las llamas bendiciendo a Dios.
***
Los judíos estaban orgullosos de ser hijos de
Abraham y se creían por eso, interiormente libres y superiores, aunque
externamente estuvieran sometidos al poder de Roma. Jesús les dice que la
verdadera esclavitud del hombre no consiste en una servidumbre externa, sino en
la esclavitud del pecado.
Para San Juan, pecar es convertirse en esclavo,
tener por padre al “padre de la mentira”; los judíos son pecadores porque no
aceptan a Cristo, “la Verdad” y, por tanto, esclavos; de ahí que no pueden ser
hijos de Abrahán, hijos de la libertad. Sólo Jesús es el verdadero Hijo de
Dios, conocedor del Padre. Y por eso sólo El puede dar la verdadera libertad.
No son libres los judíos meramente por ser
herederos de Abrahán, a pesar de estar orgullosos de ello. Si no pueden
liberarse del pecado, son esclavos. Si no buscan alcanzar la verdad, son
esclavos. Si no creen en el Enviado de Dios, siguen en la oscuridad y la
esclavitud. Y al contrario: si se mantienen en la palabra de Jesús “conocerán
la verdad y la verdad los hará libres”.
Jesús les muestra a los judíos que no basta con la
descendencia carnal, genética. La verdadera descendencia es la del corazón.
Sólo es verdadero hijo de Abrahán el que hace la voluntad de Dios, escucha su
Palabra y obedece, como hizo el patriarca hace tantos siglos, como hizo el
mismo Jesús; y como lo debe vivir cada discípulo.
Así como para Israel la Pascua fue la liberación de
Egipto, estamos caminando a la celebración de la Pascua, que es dejarse
comunicar la libertad del Resucitado.
El cristiano es un hombre libre porque ha sido
liberado por Cristo, llamado a ser dueño de todas las cosas y a no estar
sometido a nadie. El cristiano es un servidor lleno de obediencia, que por amor
se somete libremente a todos. Lo paradójico, del evangelio es que la esclavitud
del amor compasivo y servicial a los demás, es el signo de haber alcanzado la
liberación de toda otra esclavitud.
Jesús es perfectamente libre, porque es
perfectamente Hijo. Ama a su Padre y en nombre de ese amor da su vida. Es libre
porque ama: no está apegado a sí mismo. Nada lo detiene. Ningún egoísmo. Ningún
obstáculo al amor.
Sólo el amor libera. Amar sólo al Dios verdadero.
Someterse sólo al Dios verdadero. Es el único medio para no estar sometido a
nadie y liberarse de cualquier ídolo.
La Pascua de Jesús quiere ser para nosotros un
crecimiento en libertad interior. En medio de un mundo que nos ofrece muchos
valores, pero también nos tienta con contravalores que nos llevan
irremediablemente a la esclavitud, se nos invita a ser libres.
Nos toca vivir en una sociedad pluralista y
compleja, en la que Jesús nos pide que permanezcamos firmes y motivados por la
fe en su Palabra.
En medio de una maraña de corrientes y conductas,
tendremos que crecer en la libertad que nos da la verdad de Cristo. Y esto no
es algo que alcanzamos con el simple esfuerzo; se da cuando le dejamos campo abierto
a Dios para que obre en nuestra vida y su gracia nos anime a dar pasos de
seguimiento a Jesús: el hombre libre y liberador.
Para
discernir
¿Cuál es el fruto que da en mi vida la opción por
Cristo?
¿Cuál es la obra que me está diciendo a mí si opto
por Cristo o no?
¿Experimentamos que la verdad nos hace libres?
¿Nos sentimos libres, o tenemos que reconocer que
hay cadenas que nos atan? ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez de qué somos
esclavos?
Repitamos a
lo largo de este día
…Para que seamos libres nos ha liberado Cristo…
Para la
lectura espiritual
…La libertad consiste precisamente en el poder de darse. La existencia humana, en su originalidad, es una oferta, un don, y la libertad se lleva a cabo en el encuentro con el Otro. La grandeza del hombre está dentro de nosotros [...] porque sólo el hombre puede tomar la iniciativa del don al que está llamado. Dios no puede violar la libertad porque es él mismo quien la suscita y la hace inviolable. Jesús, Dios, de rodillas ante sus apóstoles, es la tentativa suprema para avivar la fuente que debe brotar para la vida eterna.
En su muerte atroz, Jesús revela el precio de
nuestra libertad: la cruz. Lo cual quiere decir que nuestra libertad
a los ojos del Señor Jesús tiene un valor infinito. Muere para que la libertad nazca en el diálogo de amor que la llevará a plenitud. Nadie como Jesús ha tenido pasión por el hombre, nadie como él ha puesto al hombre tan alto, nadie como Jesús ha pagado el precio de la dignidad humana. Cristo introduce una nueva escala de valores. Esta transformación de valores se inaugura con el lavatorio de los pies, ¡y el mundo cristiano todavía no se ha dado cuenta! Jesús nos da una lección de grandeza, porque la grandeza ha cambiado de aspecto: no consiste en dominar, sino en servir…
a los ojos del Señor Jesús tiene un valor infinito. Muere para que la libertad nazca en el diálogo de amor que la llevará a plenitud. Nadie como Jesús ha tenido pasión por el hombre, nadie como él ha puesto al hombre tan alto, nadie como Jesús ha pagado el precio de la dignidad humana. Cristo introduce una nueva escala de valores. Esta transformación de valores se inaugura con el lavatorio de los pies, ¡y el mundo cristiano todavía no se ha dado cuenta! Jesús nos da una lección de grandeza, porque la grandeza ha cambiado de aspecto: no consiste en dominar, sino en servir…
M. Zundel, Estupor y pobreza, Padua 1990, 19s.
Para rezar
Jesús hombre libre
Nosotros tenemos tu secreto.
Podremos ser como tú.
Felices seremos si recibimos tu mensaje.
Es un mensaje en clave,
por eso el mundo no lo entiende.
Tampoco nosotros seremos comprendidos
si acertamos a cumplirlo en nuestras vidas.
Podremos llegar a entenderlo?
Tú nos aseguras que seremos libres
si las riquezas no nos atan,
si sabemos compartir con los demás,
si aguantamos las ofensas sin vengarnos,
si sentimos en nosotros las desgracias ajenas,
si buscamos la justicia
por encima de nuestros intereses,
si tratamos de comprender y perdonar,
si nuestra mirada y nuestro corazón son limpios,
si ponemos paz en nuestro interior y en derredor nuestro,
si nos desprecian y persiguen por obrar rectamente,
si interpretan mal el bien que hemos hecho.
Jesús, es sencillo, pero nada fácil.
Por eso pedimos tu ayuda.
Lo que nosotros no podemos,
que tu Espíritu lo realice en nosotros,
para que cada día nos sintamos más libres
y nos vayamos pareciendo a Tí.
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